EL DERECHO A LA VIDA
Derechos de la infancia a no ser reclutados
La
población del este de la República Centroafricana está sufriendo
ataques, saqueos, secuestros y escasez de alimentos a causa del
conflicto armado. Benoit Chavaz, coordinador de las actividades que el
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) realiza en materia de
protección y detención explica cómo la Institución está ayudando a las
comunidades. Muchos niños, de tan sólo diez años de edad, se han visto
despojados de su infancia por haber sido reclutados en grupos armados.
El CICR está sumamente preocupado por esta
cuestión, que planteamos cada vez que es posible en nuestro diálogo con
los portadores de armas. Gracias a su red de voluntarios en todo el
país, la Cruz Roja Centroafricana recientemente pudo tomar a su cargo a
varios niños de Sudán y la República Democrática del Congo. Después de
haber pasado por experiencias atroces, que en algunos casos se
prolongaron durante años, esos niños pudieron escapar de sus captores
para encontrarse perdidos en un país extranjero. El CICR en Bangui buscó
a los familiares a través de sus delegaciones en los países vecinos y,
en algunos casos, logró reunir a los niños perdidos con sus parientes.
Lamentablemente, no todos han tenido la misma suerte.
Cada
vez hay más guerras pequeñas, olvidadas. A nadie parecen preocuparle en
exceso cuándo ni por qué empiezan. Nadie hace gran cosa para que
finalicen. En esos conflictos armados, llamados de baja intensidad, la
principal víctima es siempre la población civil y, especialmente, sus
colectivos más sensibles, la cual no es una mera víctima ‘colateral’,
sino que su control y extorsión suele ser directamente un objetivo de
las contiendas. Estas guerras se mantienen gracias a una industria del
armamento que actúa sin control y con impunidad y por la ‘financiación’
que reciben indirectamente de empresas multinacionales debido al control
que ejercen las guerrillas sobre materias primas como los diamantes, el
petróleo o el coltán.