Adviento es un tiempo propicio
para dirigir nuestra atención hacia otro tipo de noticias, diferentes a las que
escuchamos siempre. Que hay guerras, violencia gratuita que envilece al ser
humano, injusticia generalizada, clases políticas, judiciales y administrativas
descaradamente deshonestas y mediocres, poder económico asfixiante y tirano con
las clases medias en vías de desaparición y pobres cada vez más pobres,… Eso lo
sabemos. Nuestra alma y nuestro entendimiento, está saturado de ese tipo de rotativos
caducos. No hay creatividad para reconocer lo nuevo y lo bueno… Pero, tenemos sed
de sueños, sed de ternura, de compasión, de libertad, de aires nuevos…
Volveremos nuestra mirada, nuestros oídos y nuestra atención hacia quienes nos
hablan, desde los desiertos más amplios y profundos de la historia, del sueño todavía
irrealizado de Dios. ¡Porque es también nuestro sueño! Y porque queremos
ponernos manos a la obra y hacerlo realidad ¡Ya!
Trinidad Leòn, m.c.